Si hemos hecho todas estas comprobaciones, pero el equipo sigue sin encender, podría deberse a alguna de las causas que puedes ver aquí, o si lo prefieres ponte en contacto con nosotros y uno de nuestros técnicos te ayudará.
Probablemente no se ha conectado correctamente el monitor en la toma de vídeo adecuada. Si el ordenador tiene una placa con toma de video pero lleva una tarjeta gráfica instalada, debes siempre conectar el monitor a una toma de vídeo de la propia tarjeta y no a la de la placa base.
Ten en cuenta que las tarjetas gráficas más actuales ya no llevan el conector azul de 15 pines (VGA), pero aun algunos monitores tienen ese conector, para no abandonar a los PC mas antiguos que aún dependen de él. Muchos fabricantes de monitores han dejado de incluir el cable VGA en el paquete y lo han sustituido por un HDMI, un DVI o un DisplayPort, que utilizan los ordenadores más actuales.
Si la gráfica que tienes lleva una toma que no es compatible con tu monitor, necesitarás un adaptador, ya que si conectas el monitor a una toma de la placa base, no te servirá ya estas se desactivan cuando instalas una tarjeta gráfica.
Si después de comprobar que el monitor esta correctamente conectado sigue sin mostrar imagen, puedes seguir los pasos que indicamos en este enlace.
Las placas base emiten pitidos que nos ayudan a identificar posibles fallos en el equipo que impiden que se inicie correctamente. Dependiendo del tipo de pitido, podemos identificar el error:
● Un pitido corto: indica un arranque correcto. Si aun así no muestra señal, tendremos que comprobar otras cosas.
● Un pitido continuo: suele ser indicativo de un fallo eléctrico, provocado o por una fuente de alimentación o una placa base defectuosa.
● Varios pitidos cortos constantes: es señal de un defecto en la placa base, o que tenemos algunos pines del socket o del procesador doblados o rotos. También indican un caso de memoria RAM defectuosa o mal conectada.
● Un pitido largo: uno o varios de los modulo de memoria RAM está defectuoso.
● Un pitido largo y dos o tres cortos indican un mal contacto de la tarjeta gráfica o que una unidad que esta defectuosa.
Si un ordenador se reinicia solo o, a veces se bloquea repentinamente dejando a la vista una característica pantalla con fondo azul y texto en blanco que muestra el estado del sistema en el momento del fallo, puede deberse a alguno de los siguientes motivos:
Lo más común
es que se deba a uno o varios módulos de memoria RAM con defecto. Si tienes varios módulos, tendremos que probar de uno en uno, es decir, dejar uno
puesto en la placa base y retirar todos los demás, sucesivamente hasta haber
repetido el proceso con cada módulo que tengamos.
También es habitual que sea la tarjeta gráfica, cuando hay una instalada. Se trata
de un componente electrónico delicado y sensible a las fluctuaciones de corriente, las cargas estáticas y la temperatura.
Controladores de dispositivo
Otra posibilidad es que haya un problema de software, ya sea de controladores de
dispositivo o del propio sistema operativo.
Unos drivers
incorrectos o sin actualizar pueden provocar errores. Es recomendable revisas con regularidad las actualizaciones de
drivers para tu placa base y para tu tarjeta gráfica. Estas actualizaciones suelen corregir fallos conocidos y, a veces, proporcionan mejoras el rendimiento del equipo.
Si ha habido un apagón o un corte de corriente brusco, y el ordenador no estaba protegido por un SAI, lo mejor es hacer una nueva instalación de Windows con los controladores de dispositivo actualizados a la versión más reciente.
Si los reinicios se producen especialmente cuando ejecutas aplicaciones de alto rendimiento, es posible que la fuente de alimentación no tenga suficiente potencia para los componentes que más energía necesitan en estas situaciones, como las tarjetas graficas.
En este caso no importa sólo los vatios totales que declara el fabricante. Tiene mucha
más importancia las especificaciones de la ficha del producto, en la que se
indican los valores de potencia e intensidad para cada línea de suministro, ya que no todos los componentes necesitan la misma potencia e intesidad.
Si demanda de intensidad de un componente es elevada cuando trabaja a pleno
rendimiento y la línea de suministro no cubre esa necesidad, el componente empezará a funcionar inestable, enviará datos corruptos a la memoria del sistema y provocará estos reinicios.